lunes, 25 de febrero de 2013

Hace un lindo día en Mogadiscio

Sesión ágil, como Samia, con Raquel Sánchez ayudándonos en el movimiento, dándonos una mirada externa y proponiéndonos juegos, cambios, sumas. Hoy se ha incorporado al equipo Elena Esparcia en el rol de Samia, mientras Anahí seguía atentamente la sesión sentada y reposando. Elena se ha tirado a la piscina valientemente. Gracias.

Hemos trabajado por fin la escena de los obstáculos, sobre el texto: Samia entrena una mañana y un locutor nos lo retransmite, mientras alegorías de los problemas a los que se enfrenta una atleta en Somalia van saliendo al paso. Hoy hemos recuperado una idea que en el "En blanco" de noviembre-diciembre quedó por desarrollar. Los actores que hacen de hermanos, al despertarse, van a los laterales y allí pasan a ser técnicos del programa de radio. Esos mismos "técnicos"se convierten en los obstáculos, siempre al servicio del programa de tele/radio.

Con Raquel hemos aplicado lo que hemos trabajado los días anteriores, entre impros, ejercicios... Esta escena es complicada porque tiene varios niveles, hay mucha acción y mucha escucha obligatoria para que aquello no acabe convirtiéndose en un despiporre. Los soldados somalíes se han ido tirando por el suelo, mientras Samia los saltaba de las maneras más patéticas y absurdas (y esto es lo que queremos, esto es MARAVILLOSO). Hemos incorporado algo que no está en el texto original: una repetición de la jugada, anunciada y explicada por Tura y el presentador.

Para los fanáticos, hemos recuperado un juego que apareció en noviembre: la persecución del burka. Tiene algo de dibujo animado, de Tom y Jerry. Para el hambre, buscábamos acciones paralizantes para Samia, abrazos que la detuvieran a su pesar. El hambre como último obstáculo, el más duro, ante el cual ya no sirve correr. Hemos cogido la sugerencia de "Pena penita pena" del texto de Carla y hemos creado un pequeño monstruo. Ahora el coro de hambrientos entra en escena como un ballet liricista que agarra a Samia por el estómago. Samia pelea por avanzar mientras Dnoé le canta la copla. En ese momento Tura se alza, iluminado por su misión... y salva a Samia, por lo menos un día más.

He tenido visiones, durante el ensayo, de un pequeño helicóptero entrando en escena y arrojando panes por el cielo.

El miércoles trabajaremos con Irene las voces. Quiero probar con el Himno del legionario, que cantan los soldados, a deconstruirlo un poco. Con los fanáticos, cavar un poco más profundo, encontrar esos mugidos subterráneos. Y también el mar, la tormenta, los jadeos de la carrera inicial.

María Folguera

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